domingo, 1 de julio de 2012

1867… titularidad con compromiso



La Laguna de los Chigüires
Foto Humberto Concha
Hato Cristero 2010
El predio que lleva por nombre como “Finca El Cristero” y quien lleva las riendas de este: el barinés Humberto Concha (padre), ha representado nuestro estado como un buen llanero, haciendo luces de las faenas propias, destacándose por su honradez y sencillez al paso de todos los años de su vida. El decidió seguir lo que por sangre y genética corría por sus venas, luego de siete generaciones sigue llevando la agricultura y cría de ganado, pero en especial su amor por el campo y la naturaleza. Siendo aun muy joven, decidió arraigar su vida en el propio campo junto a mi madre, quienes juntos han dejado por años a Barinas muy en alto como el primer productor de algodón de Venezuela, como representante de nuestro estado. Destacó también en ferias agroindustriales, consiguiendo por dos años consecutivos los primeros premios en competencias de ganadería de leche a nivel nacional. Tuvo ganadería que fue producto de la inseminación artificial aplicada directamente en nuestra finca, llevándola a otro nivel de transferencia y mejoramiento genético, ejemplo de esto, fue la ejecución en nuestras instalaciones del proyecto de genética de la Universidad Central de Venezuela.
Paseo de observación de fauna
Foto: Leomyr Rojas
Hato Cristero 2012
Ya para 1987, decidí seguir los mismos pasos de mi padre, tomando la decisión de cursar estudios como perito agropecuario en la escuela agronómica salesiana. Una vez retornando a casa con 19 años de edad y con titulo en mano, el camino que habían labrado mis predecesores, abrieron un nuevo horizonte donde podría fundir las actividades propias del llano con el orgullo de ser barines y así incursionar en el mundo del turismo, y se dió la oportunidad de llevar a Barinas a conocimiento internacional, una voz desde los llanos decía: existe el mejor destino turístico, aguas, paisajes, flora, fauna y los más receptivos habitantes... el barinés.
Es con esto, que se empieza una concientización de la protección de la biodiversidad, apegados siempre a una ley universal de equilibrio ecológico. Este sería el mejor de los mecanismos para dar a conocer un rincón venezolano, una finca, que hasta el día de hoy lleva por nombre “HATO CRISTERO”.

Laguna del Garcero
Foto: Alberto Camardiel
Hato Cristero 2011
El desconocimiento en materia ambiental, despertó una inquietud, llevándome a investigar y solicitar asesoría de especialistas en la materia. Casos como: el hecho de reproducir y multiplicar nuestra fauna local, la cual rondaba entre vaga y escasa, deseando hasta incluir especies propias de la región, que desde 1947 con la explotación petrolera habían desaparecido en su totalidad.
Estos especialistas, nos adentraron y aportaron conocimientos tales como el hecho de que en el campo de la ganadería y la agricultura muchas especies de árboles o  arbustos eran consideradas como malezas y solían ser eliminadas, sin saber que eran éstas las que proveerían de nidos o madrigueras a aquellos animales que decidieran resguardarse y vivir nuevamente entre nosotros. En pleno corazón de la finca fueron acondicionadas ciertas áreas en las tierras bajas (esteros) para que la flora  (con nombres vulgares conocidos como “platanico o platanillo”, “campanilla”, “flor de Barinas”, “el cachito”, entre otros). En tierras altas (bancos de sabana), se permitió el crecimiento de “guasimo”, “candilero”, “mapurite”, “mora” entre otros; aunado al manejo de las aguas provenientes de las lluvias en conjunto con un sistema de riego, trajimos como consecuencia positiva que pudieran crecer ampliamente y hacer lo propio: llamar nuevamente al equilibrio de fauna silvestre.

Atardecer en el Garcero de dormitorio
Foto: Alberto Camardiel
Hato Cristero 2011
Hoy en día, El Cristero cuenta con un aproximado de más de 200 distintas especies de aves, esto según un estudio realizado algunos años atrás  de Impacto Ambiental ante el desarrollo petrolero, patrocinado por PDVSA Distrito Sur Barinas, en el que trabajaron biólogos, ornitólogos con otros especialistas de la UCV y de la Universidad Simón Bolívar que tomaron esta finca como centro de muestreo y medición hídrica y de especies animales (mamíferos y reptiles como el venado, chiguire, monos araguatos, oso palmero, zorro, caimán de anteojo, iguanas, anacondas entre otros) y vegetales, dejando a su vez las respectivas recomendaciones para la proliferación de estos, siendo locales e incluso migratorios.
A raíz de este tipo de visitas, de las previas investigaciones llenas de intenciones que favorecieran al crecimiento ecológico de la región, se ha venido haciendo un arduo esfuerzo que luego de 17 años de constancia y perseverancia brotan sus frutos como lo es con el caso del tercer año que tenemos el garcero de postura más poblado del municipio Barinas, posiblemente del Estado y posiblemente de Venezuela, haciéndonos dueños de un orgullo propio por lo trabajado en pro de la naturaleza y sus seres vivos.
La Laguna del Turistico
Foto: Humberto Concha
Hato Cristero 2010
Hato Cedral (orgullosamente patrimonio venezolano, un lugar administrado por el Ministerio de Turismo, conocido como el mayor reservorio de fauna en nuestro continente, que se extiende en más de 50.000 hectáreas de terreno), nos ha servido de inspiración por el manejo de su política ambiental y la capacidad de mantener el ecosistema en perfecto equilibrio, es un ejemplo que sirve de referencia para indicar la magnitud de densidad de población animal en El Cristero, ya que al comparar de manera relativa, vemos que poseemos solamente un escaso 1% de su amplitud territorial, pero mantenemos una población que en escala supera los porcentajes comparativos con el Cedral. Esto es sin duda un llamado a la conciencia, tomando en cuenta que es una verdadera suerte y rareza contar con tal densidad, ya que estamos ubicados a solo 20 km de la capital, a 5 km de la futura refinería Batalla de Santa Inés y a 7 km del pueblo de Torunos y que así mismo, contamos con tal biodiversidad.

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